viernes, 16 de septiembre de 2016

Lobotomía y leucotomía, ¿cuando la psiquiatría fue carnicería?



La leucotomía fue una técnica psicoquirúrgica que tuvo su auge en los años 30 y 40, que tras la aparición de los psicofármacos quedó en desuso pero que queda en el recuerdo colectivo como una parte oscura de la historia de la psiquiatría.

La leucotomía consistía en producir una lesión cerebral, cortando las conexiones neurológicas de la corteza prefrontal para tratar casos graves de enfermedad mental. Lobotomía es el térmico que debemos utilizar cuando se extrae un lóbulo cerebral completo o se separa del resto de estructuras. En aquella época se desconocía que la zona prefrontal era la encargada de regular nuestra personalidad, la conducta y la planificación de actividades. La leucotomía era un procedimiento muy drástico que producía graves secuelas en los pacientes, cambiando su personalidad y déficits neurológicos irreparables. Es muy difícil comprender que se empleara este tipo de técnicas en pacientes con esquizofrenia o depresiones graves, pero cuando comenzó su uso no existía ningún psicofármaco que pudiera ayudar a los pacientes psiquiátricos graves, por lo que tuvo buena acogida inicialmente. A partir de los años 50, con la salida al mercado de la clorpromazina y el desarrollo de los psicofármacos esta técnica fue cayendo (por suerte) en desuso. Actualmente se utiliza en casos muy puntuales, mediante una técnica mucho más precisa y depurada, cuando corre peligro la vida del paciente debido a la gravedad de su cuadro y la resistencia a los tratamientos convencionales.


La técnica fue desarrollada por Antonio Egas Moniz y popularizada Walter Freedman.


Antonio Egas Moniz
Antonio Egas Moniz, discípulo de Ramón y Cajal, fue un médico portugués que aportó a la neurocirugía técnicas muy valiosas. Fue el primero en desarrollar la angiografía cerebral con contraste, una técnica diagnóstica radiológica usada aún hoy en día, fundamental para el diagnóstico de muchas enfermedades del sistema nervioso central. A mediados de la década de los años 30 comenzó a practicar leucotomías en pacientes psiquiátricos graves, desarrollando esta técnica a lo largo de su vida para que fuera lo menos lesiva posible. Estaba convencido de que mediante el estudio orgánico de los problemas psíquicos se podría avanzar la psiquiatría. Con la leucotomía buscaba la curación de los pacientes destruyendo las conexiones conectivo-celulares, concretamente la del cortex prefrontal hacia el tálamo. La primera intervención se produjo en 1935 por el neurocirujano Almeida Lima, inyectando alcohol entre ambos lóbulos frontales a través de una apertura realizada mediante una craneotomía (un agujero en el cráneo). 

Deformación mano Egas Moniz
El doctor Egas Moniz no realizaba las intervenciones, ya que sufría una malformación en las manos que se lo impedía, pero fue refinando la técnica hasta diseñar el leucotomo. Su técnica sólo la aplicó en pacientes graves resistentes al TEC, publicando resultados favorables en sus primeros 20 pacientes, de los cuales ninguno murió o empeoró tras la operación. Describió que el 35% se curó, el 35% mejoró y el 30% no presentó cambios. Fueron tratados esquizofrénicos, obsesivos-compulsivos y depresivos. Ganó en 1949 junto a Walter Rudolf Hess el Premio Nobel de Medicina, por las aportaciones realizadas a la ciencia con la leucotomía, algo impensable en la actualidad dado lo incapacitante de su técnica, pero en la ciencia de aquel momento era la única intervención que había conseguido algún tipo de resultado en estos pacientes. Hubiera sido más apropiado haberle galardonado por su contribución con la angiografía. A día de hoy asociaciones de pacientes con enfermedad mental lucha para que se les retire este galardón. 
Leucotomía mediante leucotomo y craneotomía, técnica de Egas Moniz.


Walter Freeman
Walter Freedman fue un psiquiatra estadounidense que seguía con interés el trabajo iniciado por Egas Moniz. Realizó su primera leucotomía en 1936 mediante craneotomía pero, en 1945, creó una variante junto al cirujano James Watts en la que se introducía un estilete (picahielo) a través de la parte interna de la órbita ocular, para separar el lóbulo frontal del resto de estructuras cerebrales, realizando una lobotomía. La intervención se realizaba con anestesia local y de manera ambulatoria, por lo que  llegó a realizar más de 3000 lobotomías en Estados Unidos, incluida a la hermana del aún no presidente John F. Kennedy.  Perdió la licencia cuando uno de sus pacientes falleció durante la intervención. La “sencillez” de esta intervención consiguió que se extendiera por todo el mundo comenzando a realizarse de manera indiscriminada, utilizándose para personas que ni siquiera estaban afectas de un trastorno mental grave, transformando la vida de personas inadaptadas o familiares incómodos.
Freedman realizando una lobotomía, mediante maza y estilete.
 
Lobotomía mediante técnica de Freedman.
La falta de resultados y la gran cantidad de objeciones éticas y deontológicas de esta técnica se fueron imponiendo, al igual que se fueron produciendo los primeros psicofármacos, relegando al desuso la leucotomía y la lobotomía. No había evidencias científicas sólidas que respaldaran continuar con el uso de esta técnica y se fue descubriendo mediante estudios más exhaustivos que las bondades publicadas previamente no eran tales. En 1947 se crea el proyecto Columbia-Greystone con la intención de estudiar con más cuidado que repercusiones físicas y conductuales sufrían los pacientes leucotomizados. 
Paciente antes y después de realización de lobotomía
Los cambios de personalidad que se han objetivado a lo largo del tiempo en pacientes con lesiones en la zona prefrontal son las siguientes:

  • Tipo lábil: el individuo presenta respuestas emocionales súbitas y exageradas.
  • Tipo desinhibido: el individuo puede hacer o decir todo tipo de cosas inapropiadas e impulsivas que no formaban parte de su comportamiento previo.
  • Tipo apático: el individuo suele tener escaso interés y falta de motivación para participar en sus actividades, aficiones o relaciones anteriores.
  • Tipo agresivo: el individuo puede agredir sin previo aviso o sin tener en cuenta las consecuencias.
  • Tipo paranoide: el individuo tiene la idea de que los demás están actuando con malevolencia.
  • Tipo combinado o mixto: asociación de dos o más de los tipos específicos.


Observando las secuelas que puede producir una leucotomía o una lobotomía, nos damos cuenta que son precisamente los síntomas que se han intentado aliviar en los pacientes que fueron sometidas a las mismas, por lo que se demuestra su falta de eficacia y la posibilidad de crear nuevos problemas de conducta en estos pacientes sin posibilidad de retorno. 

Documental de odisea sobre la lobotomía y Freedman, para profundizar en el tema y comprender las repercusiones sociales de esta técnica en las poblaciones más marginales:
Aquí un video de la lobotomía, puede resultar desagradable, por eso lo dejo al final:


Bibliografía:
 
Artículo sobre las aportaciones de Antonio Egas Moniz: http://www.scielo.org.ar/pdf/rar/v74n1/v74n1a02.pdf


Artículo de neurología sobre las alteraciones comportamentales por lesiones en cortex prefrontal: http://www.neurologia.com/pdf/web/4603/z030175.pdf

9 comentarios:

  1. ¡Me pongo de pie y te aplaudo!
    Qué post tan espectacular. Creo que has hecho genial en mostrar lo que se hacía, para que sea bien el avance la de Psiquiatría (y aunque a muchos les horrorice, de verdad que es una especialidad PRECIOSA), y siempre tengamos presentes de dónde venimos y lo que no está bien, aquello que no podemos volver a hacer. Y además a mí la Historia de la Psiquiatría me gusta mucho.
    Espero más posts como éstos. ¡Gracias por publicarlo!

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    1. La verdad es que fue una técnica horrible que no aportó nada a los pacientes supuestamente, pero en esa época por raro que parezca fue una bendición para mucha gente. No había nada para eliminar el sufrimiento y agonía de muchos de estos pacientes y con la leucotomía se controlaron muchos síntomas graves de enfermedad. No hay cavida en la psiquiatría actual para una intervención de este tipo y con esas secuelas, pero no hace tanto fue una solución aceptable que (parece mal decirlo) mejoró la vida de algunos pacientes y "armonizó" los psiquiátricos que estaban llenos de pacientes en malas condiciones socio-sanitarias. Por suerte hemos avanzado mucho, aunque queda mucho más aún por hacer.

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  2. Hoy parecerá una crueldad o una aberración, pero hay que entender que para ese entonces fue una técnica válida y efectiva, y no hay por qué denigrar a sus inventores o practicantes; ellos fueron tan médicos como nosotros e hicieron lo mejor por mejorar la calidad de vida de sus pacientes.

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    1. Sí, por supuesto. No se puede analizar la técnica con los medios y conocimientos del siglo XXI. Pero la forma masiva en que se realizó si es cuestionable, dado que ya por entonces había unos mínimos en investigación y protocolos éticos.

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  3. Lo curioso de el tal doctor Moniz es que fue herido de gravedad por un disparo de uno de sus pacientes, y quedó parapléjico. Ironías del destino, ya que uno de los efectos secundarios de la lobotomía prefrontal es la amoralidad , como también la falta de respuesta emocional, epilepsia , incontinencia urinaria ....

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  4. Sí, la técnica era horrible. Y criminal. "Pensábamos que era buena pero era mala" ¿Y eso lo dicen después de haber destruido la vida de personas vulnerables ante el poder?. No tienen la epistemoloogía que los avale, ni la tuvieron jamás. Psiniestros.

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  5. La ciencia fue avanzando como todo en la vida del hombre,que se dira dentro de 100 años de los psicofarmacos??

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