sábado, 3 de noviembre de 2018

El sueño y la enfermedad mental.



Una persona adulta ha pasado un tercio de su vida durmiendo. ¡Qué importante es el sueño adecuado!

La mayoría de personas que presentan un trastorno mental tienen asociado algún tipo de alteración del sueño. Además, las alteraciones del sueño pueden favorecer la aparición de algún trastorno mental.

Cuando hablamos de trastorno del sueño, la mayoría de personas pensamos exclusivamente en el insomnio, que es una alteración cuantitativa (número de horas), pero existen otro tipo de trastornos cualitativos  en los que se altera la sensación de descanso, aparecen pesadillas, fenómenos pseudoalucinatorios antes y después del sueño, que también pueden producir malestar en la persona que los sufre.

El insomnio sin duda es la alteración más frecuente y más reconocida por la población en general. Puede producirse de manera aislada, pero aproximadamente el 40% de las personas que padecen insomnio presentan alguna enfermedad psiquiátrica. Las personas con insomnio tienen, por lo general, una pobre salud mental y física y presentan un alto riesgo de desarrollar algún tipo de trastorno depresivo además de otras enfermedades orgánicas.

El sueño tiene gran importancia para el buen funcionamiento de nuestro cerebro, por eso es tan importante descansar de manera adecuada y adquirir unos buenos hábitos diarios para mejorar el descanso. La función del sueño en nuestro organismo no está clara aún a día de hoy, pero la mayoría de autores señalan que su función principal es la de procesar los recuerdos del día para afianzarlos. Se ha demostrado que el sueño facilita la memorización de conceptos aprendidos poco antes de dormir.
 
Dormir las horas adecuadas más alguna que otra siestecilla es un punto fundamental para los estudiantes.
Los trastornos del sueño (no sólo los relativos a la duración) tienen tal importancia que se incluyen como criterio diagnóstico en muchas patologías psiquiátricas como la depresión mayor, el estrés postraumático o el trastorno bipolar. En otras enfermedades, como algunos trastornos psicóticos, el sueño también se altera de manera característica aunque no se incluyan estas alteraciones como criterios diagnósticos.

El sueño es muy importante para los psiquiatras, por eso siempre que exploramos a un paciene dedicamos algunas preguntas a temas relacionados con el sueño: ¿qué tal duermes?, ¿te cuesta quedarte dormido?, ¿te cuesta levantarte?, ¿por qué te despiertas por la noche? A continuación enumeraremos las principales alteraciones del sueño en determinadas enfermedades mentales:

SUEÑO Y DEPRESIÓN:

La somnolencia y la falta de energía son síntomas muy
frecuentes en personas que sufre depresión.
La depresión es un término que engloba a varias enfermedades que se caracteriza por ánimo bajo (o depresivo), falta de energías, de interés y/o disfrute para realizar sus obligaciones o hobbies  habituales, que en los casos más graves pueden llegar a la imposibilidad de cuidar sus necesidades básicas.

-      Un 80% de los pacientes con depresión tienen alteraciones en sus patrones del sueño, como despertar temprano o incapacidad para conciliar el sueño.
-      Cuando aparecen dificultades en el sueño persistentes hay que pensar en una posible recaída depresiva.
-      No solo duermen menos, también aparecen pesadillas, mala calidad del sueño y despertares nocturnos. Todo ello produce somnolencia y fatiga al día siguiente.
-      En pacientes jóvenes y pacientes con trastorno bipolar puede aparecer hipersomnia diurna y dificultad para despertarse por la mañana.


SUEÑO EN UN EPISODIO MANÍACO:

Tocar la batería a las cuatro de la mañana puede ser no
muy adecuado.
El episodio maníaco es una fase del trastorno bipolar, en el que la persona que lo sufre se siente llena de energía y vitalidad, presentando un aumento de su actividad diaria y sin tener capacidad para concentrarse y reflexionar sobre lo que hace, por lo que muchas de sus conductas en este periodo pueden ser de riesgo al tomar malas decisiones económicas, tener conductas desinhibidas que comprometan su salud o discutir con otros por estar expansivo o irritable.

-      Hay una disminución de las necesidades de sueño y reducción del tiempo que se pasa durmiendo, la persona se siente con mucha energía y sin necesidad de dormir. Suele acompañarse de un aumento de actividades cotidianas o nuevas.
-      La persona presenta serias dificultades para quedarse dormido a pesar de que tome correctamente la medicación pautada para esa fase.


SUEÑO Y TRASTORNOS DE ANSIEDAD:

Las horas pasan pensando en problemas y sin pegar ojo.
Los trastornos de ansiedad son aquellos en que una persona presenta un estado continuo de malestar excesivo, asociado generalmente a pensamientos recurrentes sobre problemas o situaciones desagradables que le generan mucha preocupación y se asocia a síntomas físicos como temblor, taquicardia o sudoración.

-      Las personas con ansiedad suelen tener insomnio de conciliación, debido a la dificultad para dejar de pensar en sus problemas cuando se acuestan en la cama.
-      Tienen pobre calidad del sueño y despertares frecuentes, por lo que a la mañana siguiente se sienten fatigados y somnolientos, lo que dificulta más aún controlar los síntomas de ansiedad.
-      En algunos casos pueden despertarse en plena crisis de ansiedad, asociada o no a una pesadilla.


SUEÑO Y ESQUIZOFRENIA:

Antes de quedarse dormido uno puede tener la falsa sensación
de que alguien le acecha.
La esquizofrenia es una enfermedad mental en la que el individuo presenta una alteración de la percepción de la realidad por lo que aparecen alucinaciones e ideas delirantes (falsas) que normalmente son de contenido desagradable, haciéndole sentir atacado o perseguido, por lo que vive en un continuo estado de estrés durante las fases de síntomas psicóticos. Además presentan otra serie de síntomas negativos que empobrecen sus capacidades cognitivas y de relación con los demás.

-      Las alteraciones nocturnas del sueño son una queja frecuente en pacientes con esquizofrenia.
-      Durante la fase de la enfermedad que hay síntomas positivos (alucinaciones, ideas delirantes) y agitación, presentan episodios de disminución del sueño y de insomnio una vez cesa la agitación.
-      Es frecuente la inversión del ciclo sueño-vigilia: duermen durante el día y se mantienen activos por la noche.
-      El insomnio persistente puede preceder a los síntomas psicóticos en un nuevo brote.
-      Pueden sufrir alucinaciones hipnagógicas muy angustiantes, que se producen justo antes de quedarse dormido. También pesadillas.
-    El uso de neurolépticos (antipsicóticos) mejora la duración del sueño, aunque no mejora la calidad o la producción de parasomnias.

SUEÑO Y ESTRÉS POSTRAUMÁTICO:
Despertarse en mitad de la noche después de haber revivido
un hecho traumático.
El estrés postraumático es un trastorno que se produce tras sufrir o presenciar una experiencia traumática grave como la muerte, un accidente grave o una violación. La persona no procesa bien lo sucedido y comienza a revivir el hecho traumático de manera consciente e inconsciente, produciéndole gran malestar y miedo.

-          Son muy frecuentes la presencia de pesadillas en las que el contenido esté relacionado con la vivencia traumática. En niños pequeños puede no haber un contenido claro relacionado, pero si sueños aterradores.
-          Pueden presentar dificultades para conciliar el sueño por la angustia anticipatoria de presentar las pesadillas


BIBLIOGRAFÍA

  • Alteraciones del sueño en los trastornos psiquiátricos. Óscar Medina Ortiz, Nora Sánchez Mora, Javier Conejo Galindo, David Fraguas Herráez, Celso Arango López. Rev. Colomb. Psiquiat., vol. XXXVI / No. 4 / 2007 http://www.scielo.org.co/pdf/rcp/v36n4/v36n4a09.pdf
  • DSM-5