La leucotomía fue una técnica
psicoquirúrgica que tuvo su auge en los años 30 y 40, que tras la aparición de los psicofármacos quedó en desuso pero que queda en el recuerdo colectivo como una parte oscura de la historia de la psiquiatría.
La leucotomía consistía
en producir una lesión cerebral, cortando las conexiones neurológicas de la
corteza prefrontal para tratar casos graves de enfermedad mental. Lobotomía es
el térmico que debemos utilizar cuando se extrae un lóbulo cerebral completo o
se separa del resto de estructuras. En aquella época se desconocía que la zona
prefrontal era la encargada de regular nuestra personalidad, la conducta y la
planificación de actividades. La leucotomía era un procedimiento muy drástico
que producía graves secuelas en los pacientes, cambiando su personalidad y déficits
neurológicos irreparables. Es muy difícil comprender que se empleara este tipo
de técnicas en pacientes con esquizofrenia o depresiones graves, pero cuando comenzó
su uso no existía ningún psicofármaco que pudiera ayudar a los pacientes
psiquiátricos graves, por lo que tuvo buena acogida inicialmente. A partir de
los años 50, con la salida al mercado de la clorpromazina y el desarrollo de
los psicofármacos esta técnica fue cayendo (por suerte) en desuso. Actualmente
se utiliza en casos muy puntuales, mediante una técnica mucho más precisa y
depurada, cuando corre peligro la vida del paciente debido a la gravedad de su
cuadro y la resistencia a los tratamientos convencionales.
La técnica fue desarrollada por Antonio Egas Moniz y
popularizada Walter Freedman.
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Antonio Egas Moniz |
Antonio Egas Moniz, discípulo de Ramón y Cajal, fue un
médico portugués que aportó a la neurocirugía técnicas muy valiosas. Fue el
primero en desarrollar la angiografía cerebral con contraste, una técnica
diagnóstica radiológica usada aún hoy en día, fundamental para el diagnóstico
de muchas enfermedades del sistema nervioso central. A mediados de la década de
los años 30 comenzó a practicar leucotomías en pacientes psiquiátricos graves,
desarrollando esta técnica a lo largo de su vida para que fuera lo menos lesiva
posible. Estaba convencido de que mediante el estudio orgánico de los problemas
psíquicos se podría avanzar la psiquiatría. Con la leucotomía buscaba la curación
de los pacientes destruyendo las conexiones conectivo-celulares, concretamente
la del cortex prefrontal hacia el tálamo. La primera intervención se produjo en 1935
por el neurocirujano Almeida Lima, inyectando alcohol entre ambos lóbulos
frontales a través de una apertura realizada mediante una craneotomía (un
agujero en el cráneo).
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Deformación mano Egas Moniz |
El doctor Egas Moniz no realizaba las intervenciones, ya
que sufría una malformación en las manos que se lo impedía, pero fue refinando
la técnica hasta diseñar el leucotomo. Su técnica sólo la aplicó en pacientes
graves resistentes al TEC, publicando resultados favorables en sus primeros 20
pacientes, de los cuales ninguno murió o empeoró tras la operación. Describió
que el 35% se curó, el 35% mejoró y el 30% no presentó cambios. Fueron tratados
esquizofrénicos, obsesivos-compulsivos y depresivos. Ganó en 1949 junto a Walter
Rudolf Hess el Premio Nobel de Medicina, por las aportaciones realizadas a la ciencia con la leucotomía, algo impensable en la actualidad dado lo
incapacitante de su técnica, pero en la ciencia de aquel momento era la única
intervención que había conseguido algún tipo de resultado en estos pacientes.
Hubiera sido más apropiado haberle galardonado por su contribución con la
angiografía. A día de hoy asociaciones de pacientes con enfermedad mental lucha
para que se les retire este galardón.
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Leucotomía mediante leucotomo y craneotomía, técnica de Egas Moniz. |
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Walter Freeman |
Walter Freedman fue un psiquiatra estadounidense que seguía con interés el trabajo iniciado por
Egas Moniz. Realizó su primera leucotomía en 1936 mediante craneotomía pero, en
1945, creó una variante junto al cirujano James Watts en la que se introducía
un estilete (picahielo) a través de la parte interna de la órbita ocular, para
separar el lóbulo frontal del resto de estructuras cerebrales, realizando una lobotomía.
La intervención se realizaba con anestesia local y de manera ambulatoria, por
lo que llegó a realizar más de 3000
lobotomías en Estados Unidos, incluida a la hermana del aún no presidente John
F. Kennedy. Perdió la licencia cuando
uno de sus pacientes falleció durante la intervención. La “sencillez” de esta
intervención consiguió que se extendiera por todo el mundo comenzando a
realizarse de manera indiscriminada, utilizándose para personas que ni siquiera
estaban afectas de un trastorno mental grave, transformando la vida de personas
inadaptadas o familiares incómodos.
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Freedman realizando una lobotomía, mediante maza y estilete. |
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Lobotomía mediante técnica de Freedman. |
Los cambios de personalidad que se han objetivado a lo largo
del tiempo en pacientes con lesiones en la zona prefrontal son las siguientes:
- Tipo lábil: el individuo presenta respuestas emocionales súbitas y exageradas.
- Tipo desinhibido: el individuo puede hacer o decir todo tipo de cosas inapropiadas e impulsivas que no formaban parte de su comportamiento previo.
- Tipo apático: el individuo suele tener escaso interés y falta de motivación para participar en sus actividades, aficiones o relaciones anteriores.
- Tipo agresivo: el individuo puede agredir sin previo aviso o sin tener en cuenta las consecuencias.
- Tipo paranoide: el individuo tiene la idea de que los demás están actuando con malevolencia.
- Tipo combinado o mixto: asociación de dos o más de los tipos específicos.
Observando las secuelas que puede producir una leucotomía o una
lobotomía, nos damos cuenta que son precisamente los síntomas que se han
intentado aliviar en los pacientes que fueron sometidas a las mismas, por lo
que se demuestra su falta de eficacia y la posibilidad de crear nuevos
problemas de conducta en estos pacientes sin posibilidad de retorno.
Documental de odisea sobre la lobotomía y Freedman, para profundizar en el tema y comprender las repercusiones sociales de esta técnica en las poblaciones más marginales:
Aquí un video de la lobotomía, puede resultar desagradable, por eso lo dejo al final:
Bibliografía:
Artículo sobre las aportaciones de Antonio Egas Moniz: http://www.scielo.org.ar/pdf/rar/v74n1/v74n1a02.pdf
Artículo de neurología sobre las alteraciones
comportamentales por lesiones en cortex prefrontal: http://www.neurologia.com/pdf/web/4603/z030175.pdf
¡Me pongo de pie y te aplaudo!
ResponderEliminarQué post tan espectacular. Creo que has hecho genial en mostrar lo que se hacía, para que sea bien el avance la de Psiquiatría (y aunque a muchos les horrorice, de verdad que es una especialidad PRECIOSA), y siempre tengamos presentes de dónde venimos y lo que no está bien, aquello que no podemos volver a hacer. Y además a mí la Historia de la Psiquiatría me gusta mucho.
Espero más posts como éstos. ¡Gracias por publicarlo!
La verdad es que fue una técnica horrible que no aportó nada a los pacientes supuestamente, pero en esa época por raro que parezca fue una bendición para mucha gente. No había nada para eliminar el sufrimiento y agonía de muchos de estos pacientes y con la leucotomía se controlaron muchos síntomas graves de enfermedad. No hay cavida en la psiquiatría actual para una intervención de este tipo y con esas secuelas, pero no hace tanto fue una solución aceptable que (parece mal decirlo) mejoró la vida de algunos pacientes y "armonizó" los psiquiátricos que estaban llenos de pacientes en malas condiciones socio-sanitarias. Por suerte hemos avanzado mucho, aunque queda mucho más aún por hacer.
EliminarHoy parecerá una crueldad o una aberración, pero hay que entender que para ese entonces fue una técnica válida y efectiva, y no hay por qué denigrar a sus inventores o practicantes; ellos fueron tan médicos como nosotros e hicieron lo mejor por mejorar la calidad de vida de sus pacientes.
ResponderEliminarSí, por supuesto. No se puede analizar la técnica con los medios y conocimientos del siglo XXI. Pero la forma masiva en que se realizó si es cuestionable, dado que ya por entonces había unos mínimos en investigación y protocolos éticos.
EliminarLo curioso de el tal doctor Moniz es que fue herido de gravedad por un disparo de uno de sus pacientes, y quedó parapléjico. Ironías del destino, ya que uno de los efectos secundarios de la lobotomía prefrontal es la amoralidad , como también la falta de respuesta emocional, epilepsia , incontinencia urinaria ....
ResponderEliminarSí, la técnica era horrible. Y criminal. "Pensábamos que era buena pero era mala" ¿Y eso lo dicen después de haber destruido la vida de personas vulnerables ante el poder?. No tienen la epistemoloogía que los avale, ni la tuvieron jamás. Psiniestros.
ResponderEliminarLa ciencia fue avanzando como todo en la vida del hombre,que se dira dentro de 100 años de los psicofarmacos??
ResponderEliminarQue dolor
ResponderEliminargracias por la información!
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