martes, 11 de octubre de 2016

Psicopatologia de los personajes de Stranger Things, Parte 2: Once (Eleven) y Terry Ives


Continuamos analizando los personajes de Stranger Things, aquí va la segunda parte sobre Once y Terry Eves. Os dejo un pequeño listado para que podaís consultar el resto de personajes que han salido hasta el momento:

Nombre: Once, Ce para los amigos

Sexo: Mujer.

Edad: 12 años

Diagnóstico: Trastorno por estrés postraumático.


Once es sin duda el personaje más misterioso y cautivador de la serie. Nadie sabe quién es o de dónde viene, pero no hay que creer las explicaciones que dan el grupo de amigos respecto una posible escapada de un manicomio. Lo más plausible es que esta niña fuera sacada de su hogar de origen debido a la incapacidad de su madre para cuidarla, una consumidora de diferentes drogas que por el aspecto que presenta cuando el jefe Hopper y Joyce Bayer van a visitarla, debió desarrollar un trastorno psicótico inducido por sustancias que le ha sumido en un estado catatónico
La vida de Once no fue nada fácil en una peregrinación continua entre centros de menores y casas de acogida, por la mala adaptación en todos estos lugares. Once debió de ser una recién nacida prematura, con bajo peso. Durante sus primeros meses de vida se mostraría como un bebé irritable, con llanto continuo y que presentaría un retraso del aprendizaje.  A medida que fue creciendo se fue evidenciando su dificultad para adquirir con normalidad el lenguaje y para sociabilizar con sus cuidadores y el resto de niños. Desde muy tierna edad presentaría rasgos impulsivos, que dificultaría su adaptación en centros y casas de acogida, con rabietas y conductas agresivas. Todos estos síntomas son consecuencia directa del consumo de drogas de su madre durante la gestación de Once, pero el riesgo de la niña va en aumento al ser su madre una paciente esquizofrénica grave. Los hijos de padres con trastorno psiquiátrico padecen más trastornos psiquiátricos que la población general, es más, se ha demostrado que tienen una peor evolución que niños sin padres con enfermedad mental. 

Once se volvió carne de cañón al vivir en la calle, comenzando acumular faltas y delitos menores que le conduciría a ingresar en un correccional. Lejos de ayudarla con la atención específica que necesita, se empezaron a aplicar en ella duros castigos como sumergirla en tanques de agua, someterle a pequeñas decargas electricas a nivel cerebral o encerrarla en celdas de aislamiento. Estos castigos eran realiazdos como parte de un estudio para mejorar a personas con alteraciones conductuales, pero evidentemente saltándose los principios éticos de la investigación en los que el sujeto experimenal debe dar su consentimiento, que no existe un tratamiento mejor y que no se va a producir daño al sujeto de estudio. 
Once finalmente consigue escapar del correccional, por lo que es perseguida. Todos estos traumas y estresores a los que ha sido expuesta durante años de manera repetitiva harán que comience a tener recuerdos angustiosos recurrentes, malestar psicológico intenso cuando relaciona lo que le ocurre en el mundo exterior con los castigos sufridos durante su estancia en el correccional. Once tiene dificultades para recordar quién es y qué le ha sucedido, solo llega a su memoria recuerdos fragmentados (amnesia disociativa), y llega a culparse de todas las cosas malas que ocurren a su alrededor, con creencias negativas persistentes sobre ella misma: "Yo soy el monstruo". Once también presenta arrebatos de furia con agresion física contra objetos (cuando golpea el agua del lago al ver su reflejo) o contra personas (lanza por el aire a Lucas), que le son difíciles de controlar. 
Todos estos síntomas conforman el TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO y, si no se interviene a tiempo, muchos de estos síntomas se podrán cronificar, haciendo de Once una mujer insegura e inadaptada, que pudiera parecer por su forma de relacionarse con el mundo una persona disocial, cuando en realidad es una persona dañada y con pobres vínculos emocionales, pues no tiene personas con las que crear lazos de apego. Esperemos que la amistad con Mike, Lucas y Dustin sea un apoyo para poder llevar una vida normalizada y feliz.




Nombre: Terry Ives

Sexo: mujer

Edad: 30-35 años

Diagnóstico: Esquizofrenia paranoide con cuadro catatónico asociado.


La madre de Once fue una toxicómana que presentó su primer brote psicótico durante el embarazo, durante el cual consumía de manera habitual LSD y otros psicoestimulantes, presentando ideas delirantes que coincidieron con el parto, que le llevaron al convencimiento de que estaba participando en un estudio sobre los efectos del LSD. Podría haber desarrollado tal grado de desorganización del comportamiento durante el puerperio que las autoridades tomaron la decisión de retirarle la guarda y custodia de su hija recién nacida.  La continuidad del consumo de tóxicos fue mermando las capacidades de la madre de Once y desencadenando nuevos episodios psicóticos, independientes ya del consumo de tóxicos, hasta desarrollar una esquizofrenia (duración de los síntomas psicóticos superior a 6 meses) con predominio de síntomas negativos como la apatía, el deterioro cognitivo y las dificultades en las relaciones interpersonales o el cuidado personal. El estado de postración e inmovilidad en que la encuentran el jefe Hopper y Joyce Bayer, con estado de conciencia estuporoso y desorientación en tiempo y espacio podrían ser indicativos de un estado de catatonía que podría estar justificado por sufrir una esquizofrenia y no estar recibiendo un tratamiento adecuado o tener algún tipo de complicación orgánica añadida, bien una encefalopatía hepática por daño hepático crónico por el consumo de drogas o alguna lesión cortical directa por un TCE tras una caída en algún estado de intoxicación.  El pronóstico de Terry es malo, dado que la falta de movilidad aumenta el riesgo de sufrir una trombosis venosa profunda en miembros inferiores y secundariamente a esta un tromboembolismo pulmonar que le conduzca a la muerte; además de poder sufrir una sepsis por infección de ulceras por presión, que pueden aparecer en aquellas zonas de presión al permanecer en la misma postura. No sabemos qué pasara con Once, pero quizás no vuelva jamás a reencontrarse con su madre biológica.

La próxima semana seguiremos analizando más personajes. Subscribete si te gusta o estate atento a Twitter o Facebook. 

4 comentarios:

  1. Muy chulo compañera! Me hago seguidor, ayer acabamos la primera temporada!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡¡Gracias!! Es que la serie es genial, así es fácil inspirarse.

      Eliminar
  2. Bueno, bueno, bueno... ¿qué te voy a decir que no sepas ya?
    El post entero es una joya, pero incido sobre todo en Terry Ives. Es una figura muy desconocida por razones obvias y siempre viene bien arrojar un poco de luz sobre los personajes secundarios. Además que a poco que el espectador tenga alguna que otra noción de salud mental sabe que los tóxicos han influido mucho en cómo está. Entre eso y que si viene aquí le queda mucho más clara la psicopatología tanto de Terry como de Once, todo empieza a cuadrar y le cambia la perspectiva.
    Por cierto, muy buenas las observaciones en cuanto a su salud física, ¡para que luego digan que los mentaleros no abordamos también este campo!
    Tengo mis quinielas particulares en cuanto a quién abordarás en el próximo post; pero me las callo, no vaya a ser que esté equivocada, jajajajajajaja.
    Un placer leer tus entradas, como siempre. ¡La próxima pronto, por favor! *-*

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajajaja, bueno, es que es fundamental que los mentaleros no olvidemos que somos sanitarios ante todo. Que lo que le pasa al cuerpo influye en nuestros sentimientos y conductas, desde cosas leves hasta la máxima desorganización. Espero sacar pronto la tercera entrega de esta serie de post. Gracias por leer (k)

      Eliminar

La cultura científica la construimos entre todos, gracias por tu aportación