LA CHICA DANESA, cuando la identidad de género no podía cruzar la línea.

El otro día fui a ver al cine "La chica Danesa", una película sobre el pintor Einar Wegener (Eddie Redmayne) que vivió a principios del siglo XX y se atrevió a dar el paso de transformar su género de masculino a femenino. Me sorprendió gratamente la película, por la sensibilidad con la que habían tratado la transexualidad sin caer en estereotipos ni el morbo habitual, haciéndonos participes de la transformación del personaje de Einar en Lili a costa de dejar atrás los propios prejuicios que tenía el mismo y la sociedad en que le tocó vivir.

Einar fue un pintor danés casado con Gerda Wegener, también pintora. Se casaron en 1904 tras conocerse en la Escuela de Arte de Copenhague. La historia de este matrimonio difiere algo a la contada en la película, pero parece que cuando Einar empezó a usar ropa de mujer para servir de modelo a su mujer, algo reprimido durante mucho tiempo en él se desató y ya no pudo evitar desear vestir según los cánones del género femenino al que pertenecía en "alma" y no en cuerpo. Einar Wegener fue la primera persona en someterse a una cirugía de cambio de sexo, la última de las cueles fue la causa de su muerte en 1931 con 48 años. 

El ritmo de la película es lento, pero así es capaz de describir todos los cambios progresivos que se fueron produciendo en el matrimonio Wegener. Tal vez Lili nunca hubiera podido optar a ser mujer si no hubiese estado respaldaa por su esposa Gerda, que se convertiría en su gran confidente. El papel de Gerda en esta historia es conmoverdor, capaz de perder a su marido para que Lili pudiera vivir acorde a su identidad sexual.

Einar y Gerda Wegener.

Quien no haya visto la película, que no tema por seguir leyendo estas líneas porque no hay mucho que desverlar, pero creo que es una cinta que todo el mundo debería ver a pesar de que cueste comprender lo que le sucede al personaje y a alguno le pueda hacer sentir incómodo. Sí, 100 años después cuesta comprender la transexualidad a la mayoría de la sociedad, aunque no comprender bien un fenómeno no debe porque suponer una falta de respeto y empatía. 

Einar y Lili.

Einar Wegener durante su vida, hizo un peregrinaje por diferentes especialistas para que le "ayudaran" a combatir el problema que tenía de identidad sexual, evidentemente con nulos resultados. Hasta hace bien poco en nuestra sociedad, la transexualidad, el travestimo y la homosexualidad eran perseguidas a nivel legal y combatidas a nivel médico; sin además hacer distinciones entre unos y otros, apodándolos a todos de desviados. La identidad sexual no se puede explicar exclusivamente por la biología, sino que influyen factores sociales, por lo que resulta difícil explicar porque determinadas personas deben reasignarse un género y un sexo personal y social distitno a lo morfológicamente determinado (1). 

Podríamos agrupar en 10 categorías las diferentes identidades sexuales, pero como siempre se trata de una clasificación creada para intentar categorizar el continuo que ofrece la naturaleza humana. Algunos tipos de fenómenos comportamentales son más habituales (heterosexualidad y homosexualidad) que otros. Debemos comprender que ninguna de estas "categorías" implica la presencia de una patología mental, aunque si dificultades sociales que puedan frenar o prohibir algunas prácticas según sus valores éticos y morales de la sociedad en que toca vivir al individuo. Es difícil encontrar unas estadísticas fiables sobre el porcentaje de población que se ajustaría a cada una de estas categorías, dados los tabús aún existentes y la represión social sobre estos colectivos.

• Mujer heterosexual
• Hombre heterosexual
• Homosexual femenina
• Homosexual masculino
• Mujer bisexual
• Hombre bisexual
• Mujer trasvestida
• Hombre trasvestido
• Mujer transexual
• Hombre transexual

Apuntar que en el trasvestismo (vestir con ropas del género opuesto) no existe conflicto ni sufrimiento con la identidad sexual, su orientación puede ser heterosexual, homosexual o bisexual, con predominio de la heterosexualidad. Tampoco confundir la transexualidad con con las Drag´s Queen, que se dedican al espectáculo sin problemas con su identidad de género.

 

Los profesionales de la salud, especialmente de la Salud Metal, debemos de dejar atrás el pensamiento de que se trata de una patología mental, sino que es un tipo de identidad sexual. Yo cursé mis estudios de medicina entre los años 2003 y 2009, escuchando a algún profesor definir a estas personas como enfermas mentales, viciosas y caprichosas, agrupándolas con otras parafilias. La aceptación de la transexualidad ha variado a lo largo de la historia, según la sociedad donde viviera el transexual. Existen multitud de mitos referentes al cambio de sexo, conviene no confundir la transexualidad con el hemafroditismo (rasgos sexuales físicos de ambos sexos) ni con el trasvestismo. 

 

Acotando la historia, Westphal en 1869 describió un fenómeno que se ajusta bastante a la actual definición de transexualidad. Marcuse en 1916 hizo la primera descripción de un paciente con transexualidad y, en 1931, Abraham describió el caso de Einar Webeger como el primer cambio anatómico de sexo mediante cirugía. En 1950 apareció el termino de transexual y, en 1969, Money propone la reasignación de género, dando una explicación biologicista a este fenómeno a raíz de las concentraciones hormonales a las que estuviera sometido el feto durante el embarazo. 

La gran satisfacción y adaptación social tras la operación de cambo de género, apuntan sin duda a que no se trata de una parafilia. Las personas que practican la parafilia no creen necesitar una reasignación de su genero para satisfacer su esfera sexual.

Actualmente la transexualidad se encuentra codificada en la CIE 10 como trastorno de la identidad sexual, como transexualimo (F64) descrito como "malestar intenso y persistente por ser una chica acompañado del deseo manifesto de ser un chico" (y vicerversa). En el DSM 5 viene recogido como disforia de género (239), con similares criterios. Por otro lado en este colectivo hay un aumento de trastornos depresivos secundarios a sus dificultades sociales.

La transexualidad es muy poco prevalente en nuestra sociedad, pero es importante reconocer esta identidad sexual y ayudar a estas personas a que puedan adquirir el género con el que se sienten identificados, no solo a nivel físico mediante cirugías y tratamientos hormonales, como a nivel social permitiendo el cambio de identidad de genero legal:

 

Referencias:

• (1) Transexualidad. Aspestos históricos y conceptuales. Cristóbal Gastó. Aquí pdf
•  Transexualidad. Wikipedia. Aquí enlace
• DSM 5 y CIE 10