lunes, 29 de febrero de 2016

Esquizofrenia para dummies

La esquizofrenia es un trastorno mental grave y crónico que suscita miedo en la sociedad debido al gran desconocimiento del mismo. La prensa y el cine han cargado nuestra cultura con escenas dantescas que son poco representativas de esta enfermedad.


Los síntomas más conocidos de la esquizofrenia son los positivos: las alucinaciones y los delirios. Las alucinaciones suelen ser auditivas, el paciente escucha voces dentro o fuera de su cabeza que por lo general le insultan, le dan órdenes o no puede llegar a comprender. El paciente se siente agobiado y tiene miedo cuando se producen estos fenómenos, llegando a bloquearle (catatonia) o agitarle cuando son muy intensos. Las alucinaciones visuales son menos frecuentes, suelen estar más relacionadas con otras enfermedades como el delirium tremens (por deprivación brusca de alcohol) o alguna masa ocupante en cerebro.

Las ideas delirantes son falsas creencias, que pueden originarse al interpretar de manera errónea el mundo que les rodea o aparecer sin relación a ningún acontecimiento. Pueden tener diferentes temáticas, las más frecuentes son: sentirse perseguidos (persecutorias) o creer que alguien les quiere dañar (perjuicio), pensar que las personas que les rodean o los medios de comunicación hablan sobre ellos (autorreferenciales), creer que la gente puede leer sus pensamientos o que les están insertando en la cabeza ideas que no son suyas (trasmisión del pensamiento), sentirse especiales y que tienen una misión que cumplir (megalomaníacas), o creer que sus parejas les están engañando (celotípicas).

En el otro lado de la balanza están los síntomas negativos, son el aislamiento social, la falta de interés por aficiones y el aplanamiento afectivo (indiferencia hacia el bienestar propio o de los demás). Se pueden superponer a los síntomas positivos, pero cuando eliminamos las alucinaciones y delirios con el tratamiento farmacológico el paciente continúa presentando estos síntomas negativos. El paciente muestra una mirada esquiva, con pobreza a la hora de mostrar sus sentimientos y estado de ánimo mediante el lenguaje verbal y gestual.

Más desconocida por la sociedad es la sintomatología cognitiva, pero ya estaba presente en las primeras descripciones de la enfermedad a inicios del siglo XX, llamándola demencia precoz (Kraepelin). Muchos sujetos con alucinaciones y delirios desarrollan perdidas en la memoria, la atención y la capacidad ejecutiva, de manera similar a los ancianos con demencia senil. Estos déficits cognitivos son previos al diagnóstico de la enfermedad y no pueden mejorarse a día de hoy con ninguna medicación, aunque no se presenta en todos los sujetos con diagnóstico de esquizofrenia. Acaban produciendo un mal funcionamiento a nivel familiar, laboral y académico, que en muchos casos se establece antes que las alucinaciones y delirios. Son la principal causa de incapacidad de muchos pacientes.

La conjunción de estos síntomas pueden desencadenar en determinados momentos de agudización que el paciente esté desorganizado, con gran riesgo de suicidio o de conductas agresivas, intentando escapar de una realidad mal interpretada que considera peligrosa para su existencia. En estos momentos es fundamental la hospitalización para contener al paciente e iniciar o ajustar tratamiento farmacológico con antipsicóticos y ansiolíticos. Los síntomas positivos suelen desaparecer al tomar fármacos antipsicóticos, pero aún no hemos encontrado tratamiento eficaz para los síntomas negativos y cognitivos que ayuden a mejorar la calidad de vida del paciente con esquizofrenia.

Película recomendada: Donnie Darko (2001). IMDb.

Para profundizar: Artículo de NIMH muy completo sobre esquizofrenia.

domingo, 21 de febrero de 2016

La madriguera de la suricata.

El mundo actual es como la sabana, un lugar amplio, casi infinito, donde sobrevive el más fuerte y no hay recursos para todos. Estamos rodeados por muchísima información que nos puede orientar hacia cual puede ser nuestro siguiente paso a la supervivencia. El problema radica en que hay tal bombardeo de información, como el sol abrasador de la sabana, que muchas veces nos tenemos que arrastrar a las galerías subterráneas que excavamos para no acabar conmocionados. Cada vez somos más incapaces de tolerar información consistente y sólo nos documentamos a través de titulares, la mayoría de ellos sensacionalista. Es normal que sintamos una sensación continua de vértigo viviendo en el siglo XXI, pero es posible aprender y reflexionar sobre cualquier cuestión desde pequeñas entradas de blog que luego nos dirijan a información más completa si la necesitáramos.

Cuando no entendemos lo que nos sucede y rodea, nuestra mente racional (o no tanto) intenta encontrar una respuesta, en la búsqueda de esta respuesta podemos aferrarnos a muchas supersticiones y absurdos para encontrar seguridad. Muchos profesionales incurren en este error y trasmiten falsas creencias al resto de personas, por eso hay muchas teorías que debatir y derrumbar.

Todos somos ciencia, todos podemos comprenderla, sólo hay que abrir los ojos y viajar con menos prisa.