miércoles, 20 de enero de 2021

Estoy deprimido, ¿debo tratarme con antidepresivos?

Los antidepresivos son un grupo heterogeneo de fármacos cuya utilidad más conocida es para tratar los trastornos depresivos, pero su uso está recomendado para otras muchas enfermedades como los trastornos de ansiedad, los trastornos de pánico o el trastorno obesivo compulsivo. Aquí surge la primera controversia, seguir llamándo antidepresivos a un grupo heterogéneo de fármacos que no sirven exclusivamente para tratar la depresión, y otras no resulta útil para tratar síntomas depresivos.

El primer antidepresivo fue la isoniazida, que se utilizaba como tratamiento para la tuberculosis. De manera casual se observó que los pacientes tratados con esta sustancia y que estaban deprimidos mejoraban su estado de ánimo. Jean Delay describiría estos efectos en 1952. La isoniazida no se usa en la actualidad como antidepresivo, pero fue fundamental para el inicio de la investigación para el desarrollo de otros antidepresivos: sustancias que interactuaban en las sinapsis neuronales regulando las neuroaminas (un tipo de neurotransmisor) y reduciendo los síntomas depresivos. 

De manera casual se descubrió que los pacientes con tuberculosis y síntomas depresivos mejoraban de la depresión al tratarse con isoniazida. Delay comunicaría sus observaciones en 1952 y abrió una nueva vía de tratamiento para la depresión.

Actualmente los antidepresivos más utilizados son los ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, con uso desde los 90) que son muy seguros, usando los otros tipos de antidepresivos cuando no hay respuesta o no se toleran los efectos secundarios. Los antidepresivos triciclícos tenían un riesgo potencial de muerte por sobredosis, un efecto que se ha extendido erroneamente a los ISRS, existiendo mucho miedo de recetar estos fármacos a personas con depresión e ideación suicida, cuando precisamente reducen  el riesgo de muerte por suicidio. 

Cuando una persona tiene una serie de síntomas depresivos prolongados en el tiempo e intensidad suficiente, su médico o su psiquiatra se puede plantear el uso de antidepresivos para mejorar su estado de ánimo y combatir otros síntomas de la depresión. La gran cantidad de información que encontramos en redes nos pueden hacer dudar sobre la recomendación que nos han hecho, sobre la efectividad de este tipo de fármacos, sobre la seguridad de tomarlos y otras cuestiones que iremos resolviendo.

Estoy deprimido, ¿debo tratarme con antidepresivos?

El tratamiento con antidepresivos está recomendado en el trastorno depresivo mayor como primera linea de actuación junto a la psicoterapia. Esta no es solo la única línea de actuación, pues también es importante tratar causas estresoras esternas que puede favorecer la aparición de la enfermedad, pero que no siempre son tratables desde una consulta de psiquiatría o psicología (factores como el estrés familiar, el desempleo o la discriminación social). 

El antidepresivo en el trastorno depresivo mayor ayuda a que la persona se recupere antes de los síntomas, reduce el riesgo de suicidio y reduce las recidivas de la enfermedad en pacientes crónicos. También ayuda a disminuir muchos síntomas como la ansiedad, la sensación de bloqueo mental y la desesperanza para que el trabajo psicoterapéutico sea más eficaz.

No es obligatorio tratarse con antidepresivos, pero en muchos trastornos con síntomas graves mejora mucho el pronóstico a corto y largo plazo. Por ello los recomendamos siempre como tratamiento de primera línea en los casos graves y moderados. Rechazar el tratamiento farmacológico no supone rechazar el seguimiento por psiquiatría. A veces el paciente prefiere esperar a iniciar el tratamiento, por si de otro modo consigue encontrarse mejor. Tomar o no antidepresivos tampoco es incompatible con hacer un tratamiento adecuado de psicoterapia. Lo ideal es que el psiquiatra y el psicólogo estén en contacto para dar el mejor tratamiento, ya que el tramiento combinado es el mejor que existe.

He empezado a tomar un antidepresivo pero no me hace efecto.

Los antidepresivos son fármacos que no hacen efecto en las primeras semanas, normalmente hay que esperar 2-3 semanas para comenzar a notar los primeros sintomas de mejoría. Se ha observado que a mayor gravedad de sintomas suele haber más respuesta al fármaco. 
Así que es normal que los primeros días no notes nada, aunque quizás si alguno de sus síntomas secundarios, que suelen ser leves y transitorios. Una subida gradual de la dosis ayuda mucho a que estos sean leves y tolerables. 
Los antidepresivos con perfil más sedante si son más rápidos de actuar en la mejora del sueño y la reducción de la ansiedad. 

Motivos por los que puede no ser eficaz el antidepresivo:

  1. La persona deja de tomarlos porque no le sienta bien. Los antidepresivos puede producir efectos secundarios tolerables o no, por lo que es importante conocerlos y empezar la toma de medicación con dosis bajas para mejorar la tolerancia. La mayoría de síntomas secundarios no son graves y disminuyen a las pocas semanas. Pero si no es así, puede ser recomendable dejar el tratamiento, bajar la dosis y/o sustituirlo.
  2. La toma de otros fármacos o sustancias interaccionan con el metabolismo del antidepresivo y reduce su eficacia. Hay que tener en cuenta todo fármaco o producto que se toma para evitar interacciones o seleccionar un tipo u otro de antidepresivo.
  3. No se toma en dosis adecuadas. La toma por debajo de las dosis terapeuticas recomendadas impide que el antidepresivo sea eficaz, hay que tenerlo en cuenta cuando se comienza con dosis bajas para evitar los efectos secundarios pues quizás se tarde más de 3-4 semanas en llegar a concentraciones adecuadas en el organismo.
  4. El diagnóstico es erróneo. La falta de respuesta a estos fármacos nos obliga a replantear el diagnóstico y el tratamiento.
  5. El fármaco no es metabolizado adecuadamente por el organismo.  
  6. El antidepresivo no es eficaz. Y punto. Lo describo así de tajante porque hay un porcentaje no despreciable que estando bien diagnosticados (o eso creemos con las limitaciones actuales) y tomándolo correctamente no consiguen ningún tipo de respuesta.

Si no hay respuesta parcial a las 4-6 semanas, o hemos suspendido el fármaco por los efectos secundarios, debemos cambiar a otro tipo de antidepresivo. En respuestas parciales puede ser conveniente subir la dosis. Aunque la efectividad de los antidepresivos es similar, cada uno es una molécula diferente que puede interaccionar mejor o peor en los receptores neuronales de la persona con depresión.

Imagen extraida de presentación de JM Montes
Imagen extraída de presentación de JM Montes. Evolución de cuadro depresivo tratado con antidepresivos.

Se calcula que la mitad de los pacientes responden al primer antidepresivo a dosis medias, la otra mitad debe de probar a subir la dosis u otros tratamientos por inteficacia o intoleracia. Responder no significa que se eliminen todos los síntomas, hay que esperar varias semanas más (a veces meses) para que la respuesta sea completa (remisión), y en esta ocasión, no tantos pacientes como quisieramos la alcanzan de manera plena. Pasado el tiempo suficiente y con una mejora funcional podemos hablar de recuperación. Una retirada antes de tiempo del tratamiento farmacológico puede suponer una recaída. Por ello, consulta siempre con un profesional para hacer cambios en tu tratamiento. 

Pero, ¿son seguros los antidepresivos? ¿me voy a enganchar?

Los antidepresivos son seguros, sobre todo los más utilizados a día de hoy, los ISRS. La utilización de los otros tipos como los IMAO o los tricíclicos se justifica por la falta de respuesta a los primeros o para determinadas enfermedades que su uso es de primera línea.

Son seguros, sí, pero producen efectos secundarios:
- Las primeras semanas es frecuente tener ansiedad, molestias gástricas y alteraciones del sueño, que son menos percibidos si se inicia con dosis pequeñas. También pueden aparecer pesadillas o sueños raros, un efecto menos común pero que puede producirse durante más tiempo.
- La cefalea es otro síntoma que se asocia a la toma de antidepresivos en un 20%, aunque cuando se compara con el placebo la cifra solo difiere en un punto.
- Disfunción sexual: como anorgasima y disminución de la líbido. Aparece en un alto porcentaje de pacientes, más del 50%. No depende de la dosis y dura lo que dure el tratamiento. El cambio a otra familia de antidepresivos puede ser la única solución.
- Problemas cardíacos: en personas con problemas de corazón es importante realizar un electrocardiograma pues puede producir un alargamiento del QT (conducción eléctrica del corazón), este alargamiento no produce síntomas, pero en personas con problemas cardíacos si que hay que hacer una monitorización. Actualmente hay varios antidepresivos sin efectos sobre el corazón. 

No enganchan (también hay controversia). No. Otra cosa es que se suspendan de golpe y no de manera gradual por lo que pueden producir un "sindrome de abstinencia" con náuseas, vómitos y reactivación de síntomas depresivos. Una vez desaparecen los síntomas se recomienda tomar el tratamiento durante 4-6 meses más, pudiendo prolongarse a más tiempo si en cuadros anteriores fue necesario tomar la medicación durante más tiempo. Hay personas que se beneficiarán de tomar de manera crónica a dosis bajas el fármaco una vez desaparezcan los síntomas para evitar recaídas y que sean menos graves.

Vale, vale, pero ¡si dicen que no se conoce el mecanismo de acción!

Sí se conoce el mecanismo de acción de los antidepresivos, actúan sobre receptores en el sistema nervioso central, ayudando a regular la concentración de serotonina, noradrenalina, histamina y otros neurotransmisores. La cuestión es que a día de hoy la depresión no se puede explicar únicamente por una alteración en el funcionamiento de los receptores neuronales y la concentración de neurotransmisores (teoría monoaminérgica). Si solo se debiera a esta cuestión, una simple pastilla nos solucionaba la enfermedad en todos los casos (que los hay). 

La depresión se puede deber (y se debe) a otros muchos factores como los psicosociales: familia, trabajo, eventos traumáticos... (¡la perdida de uno de los progenitores antes de los 11 años es el suceso vital más asociado con desarrollar una depresión!); los genéticos (mayor riesgo si familiares tienen depresión o trastorno bipolar); los cognitivos-conductuales (como tener distorsiones cognitivas depresógenas) o que sea debida a otra enfermedad médica. Pero creo que de todo esto sería mejor hablar en una entrada a parte.

En conclusión:                     Estoy deprimido, ¿debo tratarme con antidepresivos?

Es una decisión del paciente, tuya y solo tuya. Aquí aportamos información sobre una serie de fármacos que son aliados para el tratamiento de la depresión. No son el único tratamiento, se pueden tomar en combinación a otros tratamientos que se han demostrado eficaces como la psicoterapia. 

En la toma de esta decisión debes de tener en cuenta la gravedad de tus síntomas, tus circunstancias y preferencias. Tienes derecho a aceptar el tratamiento, a rechazarlo y a concluirlo cuando lo desees, pero lo mejor es que siempre sea con la ayuda de un psiquiatra o médico que supervise tu caso.

5 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho la claridad de ideas. Me parece sorprendente el uso de medicamentos como los mecanismos que regulan los engranajes de nuestro ser y mente. Según tengo entendido, últimamente se está intentando recurrir más a la psicoterapia que a los fármacos, ¿es así? ¿Ha existido complicidad por parte de los laboratorios para algún tipo de abuso en el pasado?

    Hay una pequeña errata en el texto, creo: causas estresoras eXternas

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    1. Hola, lo primero gracias por leer el artículo y por la corrección.
      Últimamente se tiene más en cuenta la psicoterapia, pero el uso de fármacos sigue siendo muy extendido. Personalmente y según muchas guías, los antidepresivos deben de ser la primera linea en cuadros graves y moderados. La psicoterapia no es incompatible en esos casos con el tratamiento farmacológico, pero cierto es que debe de hacer un poco de efecto el fármaco para que la psicoterapia sea más eficaz. En los casos leves, hay personas que responden bien y exclusivamente a psicoterapia; pero no hay que olvidar que el fármaco también es eficaz y hay que dejar que sea el paciente el que decida. El gran problema es que no se pueda elegir hacer psicoterapia por falta de recursos públicos y personales. No tanto si elige una cosa, otra u ambas.

      El tema laboratorios es complejo. Ellos tienen un negocio que es crear y vender sus fármacos. Sus fármacos son útiles, eso no lo podemos negar. A día de hoy la mayoria de psicofármacos ni les producen beneficios, de lo baratos que son. Abusos siempre hay en toda historia, aunque no creo que se hayan producido de una forma desmesurada. La cosa es el mensaje que lanzamos, que todo problema de ánimo es susceptible de mejorar con una pastilla y que ahi se acaba el problema; cuando ese ánimo bajo quizás mejorara sin pastilla ni terapia, simplemente mejorando las condiciones de vida de la persona.

      Un saludo.

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    2. las dudas surgidas provienen principalmente de aquí https://play.cadenaser.com/audio/001RD010000005252502/, un audio que guardé hace ya un tiempo.

      Desde fuera, parece que tratar otras enfermedades mentales con fármacos, como desórdenes de personalidad, ilusiones, fobias... parece que esté más aceptado, que tratar la depresión. Por una alusión a un trato frío y deshumanizado. Pero hablo solo de oídas, y desde un punto de vista de observador de una ciencia que intento entender y aprender. Gracias por responder

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  2. Buenas noches,
    Estoy buscando un psiquiatra para consulta privada en Alcalá de Henares. Podría ser una tarde o dos a la semana.
    Si te interesa hablamos. Sara.
    666514696

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    1. Actualmente no trabajo de manera privada, pero seguro que encuentras magníficos profesionales. Un saludo.

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