Yo tengo pacientes y no usuarios. Sé que no está de
moda, sé que muchos reivindican llevar al ostracismo la palabra paciente, tal
vez creyendo que su significado es una cuestión de paternalismo del pasado y de
abusos que se hayan podido cometer. Pero ¡que lejos están del sentir de su
médico!
Según la RAE, paciente es una persona que padece
física y corporalmente, y especialmente quien se halla bajo atención médica.
Habría que añadir que padece psicológica o mentalmente, si nos ponemos puristas
de la dualidad mente-cuerpo; me vale física y corporalmente, porque las
enfermedades mentales se sufren también en las entrañas y las fisicas también hacen sufrir el alma. Yo atiendo a
pacientes.
paciente
Del lat. patiens,
-entis, part. pres. act. de pati 'padecer, sufrir', 'tolerar,
aguantar'.
1. adj. Que tiene paciencia.
2. adj. Que manifiesta o implica paciencia.
3. adj. Fil. Dicho de un sujeto: Que recibe o padece la acción del agente. U.
t. c. s. m.
4. m. y f. Persona que padece física y corporalmente, y especialmente quien se
halla bajo atención médica.
5. m. y f. Persona que es o va a ser reconocida médicamente.
6. m. Gram. Expresión gramatical que corresponde al elemento que recibe la
acción del verbo; p. ej., la cerradura en Los ladrones rompieron la
cerradura.
Yo trato con mi paciente. Las administraciones con
números. Mi paciente no es un número, es una persona que en unas determinadas circunstancias
ha desarrollado una enfermedad. Mi paciente viene a sentarse en mi despacho
para desnudarse, para que le acompañe, no para que le despache. A los pacientes
no se les despacha, a los usuarios sí.
Usuario, según la RAE, es quien tiene derecho de
usar de una cosa ajena con cierta limitación. Ya empezamos mal, si la
Sanidad (y más aún la Salud Pública) es un ente ajeno a la persona, el usuario
no debe de opinar, proponer y colaborar. Que coja su barra de pan y se vaya. Si
es solo usuario y solo usa. ¿Dónde dejamos la relación médico-paciente? Ya no
tendremos que sentarnos cara a cara y buscar soluciones, ya no necesitará ser
acompañado en su sufrimiento cuando no tengamos ningún producto con el que
despacharle que le ayude para alguna dolencia, no podrá quedarse esos minutos
cuando lo único que necesita es contar sus preocupaciones sin ser juzgado. Ser
usuario requiere respuestas y soluciones inmediatas, la paciencia y el paciente
se queda fuera de ese modelo.
usuario, ria
Del lat. usuarius.
1. adj. Que usa algo. U. m. c. s.
2. adj. Der. Dicho de una persona: Que tiene derecho de usar de una cosa ajena
con cierta limitación. U. m. c. s.
3. adj. Der. Dicho de una persona: Que, por concesión gubernativa o por otro
título legítimo, goza un aprovechamiento de aguas derivadas de corriente
pública. U. t. c. s.
Esto nos acaba conduciendo a que el usuario sea cliente.
El término cliente, que también se propugna candidato en esta locura dialéctica,
sinceramente me niego a usarlo. La salud se está mercantilizando y es un gran
error. El mercado exige beneficio y si el cliente no lo puede dar pues, o bien
se le deja de lado, o bien se le engaña vendiéndole cosas que o no le ayudan o
no las necesita. Una relación clientelar acaba poniendo precio a cada gesto del
profesional y a cada necesidad del cliente. Se puede pagar más o menos por la
duración del servicio, por el lugar donde se produce, por la decoración, por la
sonrisa al llegar, por esperar de pie o sentado, solo o acompañado... Parece
una exageración, pero solo hay que indagar un poco en las facturas médicas del sistema
estadounidense de salud. En España la cosa por suerte es muy diferente, hasta
con los seguros privados, que buenos son para el que se los puede permitir sin
que con ello perjudiquemos a la Sanidad Pública, fundamental para una salud
colectiva que beneficia a TODOS.
cliente, ta
Del lat. cliens,
-entis.
Para el f., u. t. la forma cliente en acep. 1; en acep. 2, u. solo cliente.
1. m. y f. Persona que compra en una tienda, o que utiliza con asiduidad los
servicios de un profesional o empresa.
2. m. y f. Persona que está bajo la protección o tutela de otra.
3. m. Inform. Programa o dispositivo que solicita determinados servicios a un
servidor del que depende.
cliente-servidor
1. m. Inform. Modelo de comunicación entre computadoras conectadas a una red,
en el que una de ellas, llamada servidor, satisface las peticiones de otra,
llamada cliente.
Cuando un cliente solo usa los productos baratos,
porque no se puede permitir algo caro, es invitado a salir pronto del local. Si
vas a un restaurante con un euro y con mucha hambre, te tomas una coca cola y
amablemente, al rato, te invitarán a consumir algo de verdad o marcharte. El
restaurante tiene sus gastos y es un negocio. Hace bien en buscar a otro que si
consuma lo que necesita para cubrir gastos. En la Salud funciona igual, si el
cliente solo usa los productos baratos, el mercado preferirá darle de lado y
quedarse con aquellos que puedan gastar mucho y dar mucho beneficio. El
resultado no es la salud del cliente, sino el beneficio de la empresa. Por ello
me niego a llamar clientes a mis pacientes, me niego a vender packs de
suscripción a mis servicios. La Medicina no la puedo concebir en esos términos
cuando es un derecho fundamental de la persona. No trato de demonizar la
medicina privada, hay que enfocarla bien y no olvidar nunca que tienen
pacientes y no clientes.
Elegir ser paciente o usuario/cliente también nos
lleva a otras cuestiones sobre resultados esperados y exigidos. Si no es patientis
(que sufre, que padece, que tolera y que aguanta) sufrirá la persona enferma el
doble: la injusticia de pensar que es un usuario al que le van a poder atención
a sus males o peor aún, asumirá el papel de cliente exigiendo la solución
porque la paga, sin poder comprender que este binomio médico-paciente le tocará
padecer, tolerar y aguantar tanto su enfermedad, como las limitaciones de su
médico, las limitaciones de los tratamientos actuales, las limitaciones del
avance científico y las limitaciones de la cartera de servicios del sistema
sanitario. Aquí además poco importa que sea público o privado, porque si no hay
cura o tratamiento que atenúe los síntomas, da igual cuanto puedas pagar. Cuando
no haya cura instantánea, se marchará enfermo y enfadado.
Yo trabajo con mis pacientes. Y digo MIS pacientes. No
soy dueña de nada, no soy paternalista, pero ese adjetivo posesivo tiene muchas
connotaciones en la relación médico-paciente. Primero, lejos de lo que se pueda
pensar, indica un tratamiento de respeto a la persona que está delante de mí.
No es un cualquiera. Estamos destinados durante un periodo a que yo me
responsabilice de parte de su sufrimiento y le acompañe, me responsabiliza a
estar actualizada, a proponerle el mejor tratamiento, a proponerle las mejores
alternativas si falla ese tratamiento. Me debo de responsabilizar de
coordinarme con otros profesionales y que mi paciente no se sienta perdido, no
se sienta despachado y comprenda el por qué de ese recorrido terapéutico. Me
obliga a respetar sus opiniones y preferencias, a escucharle, a respetar si
acepta o no lo que le propongo y no dejarle tirado por ello. Mi paciente me
hace asumir mis limitaciones, las de la medicina y la ciencia; y hace que deba
de sacar el tiempo necesario para explicárselo, para que luego no sea víctima
física, moral o económica de otros sin escrúpulos que le querrán vender sangre
de unicornio.
mi2
Apóc.
1. adj. poses. 1.ª pers. mío. U. ante s. U. con valor definido. Mis
recuerdos.
2. adj. poses. 1.ª pers. coloq. Antepuesto a un nombre propio, aporta valor
afectivo o enfático. Es igualito a mi Santiago.
3. adj. poses. 1.ª pers. Mil. Antepuesto a un nombre de grado militar, indica
tratamiento de respeto al dirigirse a un superior. Mi coronel.
Por todo
ello, seguiré usando el término paciente. Mi paciente. Y ejerceré una actividad clínica, que si os pica la curiosidad, viene del griego y significa "propio del lecho", porque el clínico se sienta junto al paciente en su lecho y le acompaña en la enfermedad y la salud.