martes, 19 de abril de 2016

DIABULIMIA

La diabulimia es un tipo de trastorno de la conducta alimentaria que se presenta en pacientes diagnosticados de diabetes en tratamiento con insulina. Estos pacientes alteran las dosis que han de ponerse de insulina para perder peso.

La imagen corporal es parte de la carta de presentación que tenemos en nuestro día a día para interaccionar con nuestros iguales. Las personas tenemos diferentes rasgos que nos hacen únicas, algunos son innatos, como la estatura, el color de la piel o de los ojos; otros aspectos los vamos adquiriendo nosotros mismo, de manera consciente o no, como la forma de vestir, el vocabulario que usamos o nuestra manera de expresarnos. 
Durante la adolescencia se produce el desarrollo de los caracteres secundarios y la imagen corporal cambia mucho, el sujeto debe adaptarse a su nueva imagen y, por tanto, es uno de los periodos más críticos para desarrollar trastornos de la conducta alimentaria (TCA) cuando no hay una aceptación de la propia imagen o incluso una alteración de la percepción corporal propia (dismorfofobia).

La Diabetes Mellitus es una enfermedad en la que se produce de manera insuficiente insulina por parte del páncreas (tipo 1) o por cambios en el metabolismo celuar se produce una resistecia a la acción de esta hormona (tipo 2). La diabetes tipo 1 tiene un pico de incidencia en la infancia y adolescencia, los síntomas que se presentan inicialmente son la perdida de peso a pesar del aumento del apetito, el aumento de la necesidad de beber líquidos a la par que se pierde más líquido por orina y cambios del estado de ánimo (irritabilidad, sensación de fatiga). Estos síntomas se deben a que la insulina, que es la responsable de que la glucosa que ingerimos pase del torrente circulatorio a las células para su uso como combustible, no se encuentra en cantidades suficientes, por lo que la glucosa se pierde por orina sin poder aportar energía a nuestro organismo.

https://lachuletadeosler.com/2016/01/25/diabetestipo1/
Las personas que sufren diabetes en la infancia y adolescencia son más proclives a desarrollar trastornos de la alimentación. Muchos de ellos antes del inicio de la diabetes pueden tener algo de sobrepeso, al iniciarse la enfermedad comienzan a perder peso aún aumentando las ingestas, lo que hace que pierdan esos kilos con los que no estaban contentos. Cuando se realiza el diagnóstico y comienzan el tratamiento con insulina, se regulariza el metabolismo del paciente, por lo que puede volver a su peso previo. Esto se debe a que la insulina está a niveles suficientes para que la glucosa entre en las células y no se pierda por orina. En este punto crítico se puede desarrollar la DIABULIMIA.

La diabulimia es un TCA que debemos sospechar en pacientes con diabetes con preocupación por su peso corporal. La edad de aparición más frecuente es la adolescencia. Los pacientes alteran las dosis de insulina, poniendose menos de la que necesitan, para disminuir su peso corporal, siendo o no conscientes de las repercusiones físicas que puede tener el descontrol de las cifras de glucemia. Aunque la incidencia de TCA no es mayor en pacientes diabéticos, las repercusiones sobre la salud son mucho más graves por la mala evolución a largo plazo de la diabetes, aumentando la nefropatía diabética, el pie diabético y la mortalidad.

Su diagnóstico puede ser complicado porque pueden no presentarse conductas alarmantes como restricción de alimentos o vómitos, aunque si son más frecuentes los atracones por la sensación de hambre aumentada al no inyectarse la insulina.

Debemos sospechar esta patología en paciente diabéticos con mal control de glucemia:
  • Elevación de hemoglobina glicosilada.
  • Frecuentes hospitalizaciones por descompensaciones.
  • Tomas incompletas en diario de glucemias.
  • Cambios de peso frecuentes. 

Nota Autora: Leyendo a compañeros residentes en el "18º Concurso de Casos Clínicos de Residentes de Psiquiatría" me he topado con muchas patologías muy interesantes (cpmo la actual) que no forman parte del grueso de nuestra formación, no se puede explicar todo ni tampoco tendremos la suerte de observar todas las patologías en nuestros pacientes, pero merece la pena ir conociendolas. Cualquier profesional es un eterno estudiante y debemos siempre apostar por la curiosidad, la permanente autoformación, que a día de hoy gracias a Internet está al alcance de nuestra mano.

Imagen cogida de La Chuleta de Osler

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