sábado, 30 de julio de 2016

Psiquiatría infantil: el niño de hoy será el adulto del mañana. Parte 1.


Los niños, al igual que los adultos, pueden presentar diferentes patologías psiquiátricas que requieran acudir a la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil.  La detección precoz de estos cuadros y el inicio de un tratamiento adecuado puede ser un factor de buen pronóstico, pero puede ser difícil identifcar los primeros síntomas, bien por las dificultades del menor para expresar lo que le ocurre como por las dificultades del adulto para comprender la necesidad de ayuda.
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La primera particularidad de la psiquiatría infantil es la edad de los pacientes, por lo que hay que tener en cuenta: que son menores de edad, eso implica que cualquier actuación sobre ellos depende de la aprobación de los padres o tutores; que están en pleno proceso madurativo tanto físico como psicológico; que existen pocos fármacos que tenga uso aprobado en menores, que se han realizado pocos ensayos clínicos en esta población y que muchas de consultas giran en torno a problemas conductuales o de manejo de los padres más que a trastornos mentales propiamente dichos.
https://www.facebook.com/patridubreilustraciones/La mayoría de casos que acuden a consulta de psiquiatría infantil están relacionados con el trastorno por déficit de antención e hiperactividad, trastorno generalizado del desarrollo (más conocido como autismo), trastornos adaptativos y trastornos de conducta. La mayoría de trastornos mentales graves se inician entre los 15 y 25 años, por lo que no son frecuentes de ver en la consulta (aunque sí en otros dispositivos como hospitalización de agudos u hospital de día infanto-juvenil). 
https://www.facebook.com/patridubreilustraciones/La función del psiquiatra infantil es realizar una historia clínica detallada, en la que son muy importantes los antecedentes del desarrollo del niño y el ambiente en el que vive (familia, amigos, escuela). Durante la exploración podemos ver la interacción entre el niño y sus padres, si se muestra inquieto, su nivel madurativo... Muchas veces será importante recibir información adicional del centro escolar. El diagnóstico es importante, pero no tiene porque realizarse en la primera visita. Algunos problemas de conducta, con un buen manejo desapareceran durante el desarrollo, por lo que debemos de tener cuidado de colocar "etiquetas diagnósticas".

El tratamiento de los menores se centra principalmente en la psicoterapia, llevada a cabo por los psicólogos de la unidad, la aquisición de técnicas de relajación impartidas por enfermería, la recomendación de pautas de manejo del menor y dinámicas familiares que se deben de cambiar por parte de trabajo social y, finalmente, las psicofarmacología por parte de psiquiatría. Dependiendo del tipo de cuadro y su gravedad se utilizarán una o varias de estas herramientas, pero siempre evitando medicar si no es preciso.  (Si algún especialista quiere explicar en que consiste su labor con los niños que se anime).

Tras mi paso por las consultas de Psiquiatría Infantil he podido comprender lo dificultoso que puede ser trabajar con niños y padres, he llegado a la conclusión de que muchos niños están desamparados y corren muchos riesgos
  • No existen programas para identificar y realizar un seguimiento de niños con riesgo de sufrir una enfermedad mental grave, que tanto por carga genética (familiares enfermos) como por dificultades de los padres para darles un ambiente adecuado para su desarrollo madurativo. No existen estos programas porque no hay suficientes recursos en Salud Mental, por lo que se prioriza en atender a niños que tienen algún tipo de trastorno.
  • Muchos menores viven en ambientes poco propicios para un desarrollo personal adecuado. Muchos padres tienen dificultades para el manejo de los menores por falta de imposición de límites, dificultades para dar una educación homogénea entre ambos progenitores o, incluso, casos flagrantes de negligencia con un cuidado insuficiente del niño y realización de conductas de riesgo en presencia de este (drogadicción, violencia doméstica y de género, conductas sexuales…
     
  • Parte de los problemas de algunos niños que acuden a Salud Mental son sus padres. No generalizo, pero es una realidad. La primera opción terapéutica en la mayoría de trastornos son las pautas conductuales y las técnicas de relajación, son eficaces en muchas ocasiones y evitan la utilización de tratamiento farmacológico o que se dé durante menos tiempo y en dosis menores. Los padres piden ayuda pero muchos no quieren o son incapaces de continuar en casa con las pautas de enfermería, psicología o psiquiatría. Estamos psiquiatrizando problemas familiares y etiquetando al niño como enfermo, cuando en muchas ocasiones no lo es.

  • Existen muchos recelos por parte de padres y de profesores de usar medicación. Puede llegar al punto de que el padre se niegue a dar psicofármacos a sus hijos por miedo a que los efectos secundarios sean mayores que los beneficios que aporta la medicación. Algunos profesores asesoran mal a los padres, refiriendo no estar de acuerdo con los diagnósticos y haciendo complicado un dialogo entre todas las partes para el bien del menor. El psiquiatra debe tener una actitud dialogante, escuchar las preocupaciones de los padres y resolver todas las dudas que tengan. Hay que llegar a acuerds y debemos explicar bien nuestra labor. Los psiquiatras no usamos de manera indiscriminada la medicación, se hace bajo unos criterios, a unas dosis adecuadas para la edad y con un seguimiento periódico del menor.
El trabajo en menores es fundamental, los niños de hoy serán los adultos de mañana, por lo que una infancia en la que puedan desarrollarse plenamente, con un aprendizaje de resolución de conflictos adecuado, hará que sean adultos más maduros, con una vida más plena y una forma sana de resolver los conflictos.


Gracias por las ilustraciones de Patri Dubre: @PatriDubreilus

4 comentarios:

  1. Me parece muy interesante que compartas tus experiencias durante la formación. Es útil para los legos pues descubren un proceso complejo, y para ti porque con el paso de los años irás viendo como van cambiando tus perspectivas. En esta entrada has constatado como muchos campos de la medicina (mental y física) se ven influidos por las decisiones de los políticos. Saludos

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    1. Gracias Israel. Es que por desgracias las decisiones políticas influyen directamente en el día a día de las personas y de nuestros pacientes, repercutiendo en su nivel de vida y en su atención sociosanitaria. Soy consciente que en estos primeros años de mi paso por la psiquiatría soy más dogmática y me cuesta llegar a comprender que ser padre no es tarea fácil, que aplicar lo que te dice tu psiquiatra o psicólogo no es tan secillo. Tal vez exprese mi preocupación como profesional de que no hay absolutos, hay varias formas de tratar al paciente; que no estoy en posesión de la verdad única y de que, como en todo en medicina, no hay solución para todo, por lo que hay que aprender a "resignarse" y acompañar a las familias en vez de exigirles tanto.
      Un saludo y nos leemos.

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  2. No puedo sino decirte que el post es genial, y que viene muy bien que la gente en formación ofrezca su punto de vista; yo tamnién posteé mi rotación por Infanto-Juvenil en su momento. Me ha encantado y -como ya hablamos en Twitter el otro día-, a veces es más cosa de los padres que de los niños. También me ha llamado mucho la atención el párrafo en el que mencionas que algunos profes asesoran mal a los padres. A ver... es algo que no entiendo, no tienen la formación suficiente para decidir si un dx es correcto o no. En fin...
    Lo dicho, me gusta mucho la entrada y espero la siguiente pronto!
    Besos!

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    1. Gracias Nurse Lecter. Sí, como hablamos en Twitter los padres son una parte importante tanto del problema, como de la solución. Habrá que aprender a dialogar mejor con ellos para que todos nos entendamos.
      A mí también me sorprendió mucho ver cierta oposición en algunos profesores a hacer ciertas adaptaciones a niños, como hacer examenes orales o poner una pregunta por cara en los exámenes, colocarlos cerca del profesor, vigilar que apunten sus tareas en la agenda... Algunos incluso, a pesar de las quejas de que el niño no atiende en clase y es revuelto, luego rechazaban que pudieran tener un déficit de atención e hiperactividad. Queda mucha sensibilización para estos trastornos del desarrollo.
      Muchas gracias por leer y comentar, así me animo mucho a seguir con la siguiente entrada.

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